Ludovicus Carbo:
Ad serenissimum principem et inclitum Pannoniae regem divum Mathiam Lodovici Carbonis dialogus de ipsius regis laudibus rebusque gestis

Diálogo de los hechos y hazañas del augusto Príncipe e ilustre Rey de Hungría Matías, escrito por Lodovicus Carbo y dirigido al mismo Rey

Budapest, Biblioteca de la Academia Húngara de Ciencias: K 397
 

Entre los 216 códices que han llegado hasta nuestros días reconocidos como pertenecientes a la famosa Bibliotheca Corviniana del Rey Matías de Hungría (1458-1490) —la primera biblioteca representativa del Renacimiento fuera de Italia— esta obra de Ludovicus Carbo resulta bastante modesta, así en su extensión como en su ornamentación. Tampoco su contenido es especialmente llamativo entre otros tantos elogios verrtidos por entonces sobre los monarcas, y su autor es un humanista italiano poco nombrado solo censable en las enciclopedias de literatura renacentista. Sin embargo, este códice es singular porque al menos uno de los dos dialogantes es un conocido personal del Rey Matías. Es su tono familiar lo que vivifica el discurso al hablar no solo sobre el Rey, sino igualmente sobre su padre János Hunyadi y su hermano László. Además se recuerda con ese mismo tono próximo a los dos obispos difuntos, János Vitéz, Obispo de Esztergom, y Janus Pannonius, Obispo de Pécs, aunque la suerte del último es también notada con alguna malicia. Pero ¿quiénes son los dos interlocutores?

Uno de ellos, Zsigmond Ernuszt, fue obispo de la ciudad de Pécs (episcopus Quinqueecclesiensis), al sur de Hungría, desde 1473, al suceder al arriba mencionado Janus, desposeído del favor real con motivo del complot mencionado en este diálogo. Desde 1494 fue también Ban de Dalmacia, Croacia y Esclavonia, y murió en 1505. Se puede suponer con certeza que esta obra nació por iniciativa de Zsigmond Enuszt que, por una parte, quería manifestar su gratitud al Rey por su apoyo y, por otra, enaltecerlo inmortalizando sus gloriosos hechos.

El otro interlocutor, Ludovicus Carbo (o, en italiano, Lodovico Carbone) nació en Ferrara en 1435 y murió en la misma ciudad en 1482. Era un humanista italiano que escribió en latín y que sería compañero de estudios en Ferrara —en la famosa escuela de Guarino Veronese— del talentoso poeta humanista y luego obispo Janus Pannonius (1434-1472). Carbo admiraba a Janus pero también le envidiaba, y es más que probable que no se llevaran bien. Seguramente Carbo acogió con entusiasmo el encargo de redactar este elogio, en parte con la esperanza de una buena compensación y en parte con la expectativa de una invitación a la corte de Buda. Aún en los años de Ferrara, Janus Pannonius le había dedicado un epigrama, con una aguda pulla sobre su nombre: Ad Carbonem poetam:

Qui nunc es Carbo, nempe pruna fuisti,
            Pone animos, fies mox, Ludovice, cinis.

(Tú, que ahora eres Carbo [carbón], ciertamente fuiste brasa,
            Y muriendo, Ludovico, serás ceniza en breve)

El propio Carbo escribió poesía, como muestra el título del citado epigrama. Un poema suyo se incluyó también entre la prosa de este códice: „Todos los poetas deben loar a Hungría...” (Pannoniam debent cuncti celebrare poetae...) Su mayor mérito es haber editado los discursos de Cicerón y las epístolas de Plinio el Joven; y también tradujo al italiano las cartas y sermones del Cardenal Bessarion. Se ha imprimido una muestra de sus discursos festivos. Aunque fue poeta fecundo, la calidad de sus poemas es inferior: muchos de ellos se encuentran en diversos manuscritos misceláneos de bibliotecas italianas. Quizá esta fuera la causa de su envidia ante el extraordinario talento de Janus Pannonius. Y quizá fue también una razón más para animarse a escribir esta obra: ejercer una venganza póstuma contra Janus quien, tras haber sido celebrado en toda Europa y nombrado obispo, cayó finalmente en desgracia ante el Rey Matías y murió mientras escapaba de Hungría.

El diálogo se inicia con inmediatas referencias reprobatorias hacia el fugitivo obispo de Pécs, primero sin nombrarlo pero luego varias veces aludido por su nombre, y sigue con el elogio de las virtudes de Zsigmond y su padre. Continúa en esta línea la respuesta de Zsigmond, que manifiesta su gratitud a su benefactor real quien «generalmente aprecia la fiel lealtad de sus siervos ... más que el brillo de espléndidos atributos» —otra pulla de pasada a Janus Pannonius. Zsigmond acusa a aquellos desagradecidos que se apartan del Rey y presume que los estudiantes húngaros adquieren tales principios facciosos en las escuelas italianas. Es por ello que Matías, comprensiblemente, intentó prohibir a los jóvenes húngaros ir a estudiar a Italia. Carbo retoma el argumento con una aguda respuesta, dando la impresión de una discusión real. Entonces Zsigmond pide a Carbo, su muy querido profesor, que alabe a Matías. En el resto del diálogo, todas las preguntas y los relatos puestos en boca de Zsigmond sirven para glorificar al Rey. Se nos informa sobre la formación como caballero del padre de Matías, János Hunyadi, luego sobre sus batallas y gloriosas victorias; y también sobre la ejecución del hermano de Matías, László. János Hunyadi y su hijo Matías se nos presentan como defensores del mundo cristiano frente a los turcos. Según Carbo, fueron estos servicios los que elevaron al padre al rango de la nobleza. Este tipo de nobleza, la ganada por derecho propio, se resalta en varias ocasiones a lo largo de la obra como prueba de la moderna perspectiva de Carbo.

Tal vez subraya en demasía este ascenso por merecimiento propio hasta el punto de poderle resultar desagradable a Matías. En efecto, parece que Matías no favoreció a Carbo. Ciertamente, no le invitó jamás a su corte en Buda. Por otra parte, Matías estaba bien al tanto de los méritos de los dos obispos desleales y más aún si cabe del talento de Janus Pannonius, por lo que encargó la colección de poemas del difunto Janus. Todo indica que Carbo se pasó de la raya y quizá ello influyera en el destino posterior de este códice.

En cualquier caso, Carbo despliega su erudición de humanista y proporciona un rico conjunto de paralelos antiguos y apotegmas clásicos para ilustrar todos y cada uno de los hechos de Matías y de su padre. Explica por extenso la educación y el patronazgo artístico de Matías, enfatizando el interés del Rey por la historiografía. Sin embargo, es notable que, al mismo tiempo, no haga mención del coleccionismo de libros ni de la biblioteca real. El asunto del patronazgo artístico ofrece a Carbo una buena ocasión de exhibir —no sin algún arrière-pensée— una valiosa característica de los monarcas: que normalmente suelen honrar con ricos premios y beneficios a los los estudiosos, historiadores y poetas. Al final del diálogo hace asimismo una vaga alusión al título de Emperador Romano, enfatizando cuánto desea que Matías lo obtenga, cuán merecedor de él le considera, por sus méritos propios más los de su padre, y qué enormes alabanzas podrá cantarle en esa ocasión al Rey o, más exactamente, al recién coronado Emperador.

Descripción del códice: 184x128 mm. 40 folios, 80 páginas, en letra redonda. Su decoración interior es bastante modesta. Fol. 1r tiene un borde de follaje ornamental blanco típico de Ferrara, así como una C inicial ricamente decorada con el fondo polícromo y dorado. Al final de la página, el escudo de Matías algo diferente del usual. La Página 4r tiene un borde de follaje ornamental blanco en tres de sus lados y una gran A inicial decorada y dorada. La reconocida paleógrafa británica Albinia C. De la Mare, en su visita a Budapest en 1997 examinó el códice y certificó que fue copiado por Nicolaus Mascatinus. También identificó las correcciones de los folios 13r, 16v, 32v y 33v como procedentes de la mano de Ludovicus Carbo

Encuadernación: Seda roja de segundo uso. Según la experiencia del restaurador, las cualidades técnicas de esta preparación se corresponden con las del siglo XV. Restaurada.

Periodo de preparación: El diálogo sobre el Rey Matías fue presumiblemente escrito por Carbo entre 1473 y 1475. Se menciona ya el complot del Obispo János Vitéz (1472), pero todavía no el matrimonio concertado de Matías con Beatriz de Aragón (1476). Se trata de una muestra representativa de los códices corvinianos tempranos porque tampoco hace referencia a la famosa biblioteca de Matías, que ya es nombrado como patrón de las artes. Fue escrito verosímilmente en 1473, poco después del nombramiento de Zsigmond Ernuszt como Obispo de Pécs, por lo que él fue el promotor del libro.

Procedencia: No sabemos cuándo este códice se fue a Dalmacia (Split/Spalato) o a Italia. —Una nota manuscrita en fol. 3v: Fratris Ambrosii Cacicei (Kačić?) Spalatensis Predlis Gnalis (Generalis). Siglo 18 (?)— Fue adquirido por el Conde József Teleki, primer Presidente de la Academia de Ciencias Húngara (lamentablemente no nos dijo dónde o a quién), y lo anunció en su carta a la Academia, fechada en Pozsony (Bratislava), el 18 de abril de 1840, donde declara que quiere «abrir la asamblea de la primera semana con la presentación de este tesoro erudito» (RAL 3/1840). El Conde József Teleki, que había donado su biblioteca familiar de treinta mil volúmenes, colocando así los cimientos de la Biblioteca de la Academia Húngara de Ciencias, se tomaba como algo muy personal su aumento y la enriqueció con la compra de varios inestimables volúmenes hasta su muerte. El Par. 108 de los Protocolos de 25 de mayo de 1840 (guardados en la Biblioteca de la Academia bajo Inv. No K 1393) incluye la decisión sobre el códice de Carbo: «Decidimos que este manuscrito sea custodiado en la Biblioteca Teleki, y no se preste sin permiso del Donante. Además, la Asamblea expresa su más viva gratitud por este regalo, altamente apreciado, sobre el que se informará asimismo a la Asamblea General».

Ya hemos apuntado la diferencia entre los escudos corvinos habituales y los que se observan en los códices del Rey Matías. Sabemos, por una parte, que la colección de códices se reavivó en la última década del reinado de Matías y, por otra, que los escudos fueron pintados en los códices solo en la segunda mitad de la década de 1480. El códice Carbo pertenece a los primeros volúmenes de la biblioteca de Matías y el escudo pintado en su primera página es idéntico al acuñado en las monedas de oro emitidas en la ceca de Körmöcbánya (hoy Kremnica) en 1461-1462. Estas monedas estaban sin duda presentes en la Ferrara de los 1460 gracias a los estudiantes húngaros residentes allí. Como lo nota el mismo Carbo: «...nec aliunde plures flagrantissimi aurei ad manus nostras venerint, quam ex beatissima Ungaria.» (7r) Esta moneda, pues, dio el modelo del escudo del códice, pintado en aquella ciudad.

De la alabanza del Rey Matías escrita por Carbo solo hay otra copia, guardada en la Biblioteca Vaticana (Vat.lat. 8618). Este volumen contiene también otras obras de Carbo. El diálogo entre el autor y el Obispo Zsigmond ocupa los fols. 123-163, por lo que su extensión es idéntica a la del códice corvino. Sin embargo, el códice vaticano está escrito en papel, mientras el de la biblioteca corvina lo está en pergamino. Esta es una prueba más de que este último se dedicó al Rey.

La presente edición publica el códice corvino de Carbo con la autorizada transcripción de Jenő Ábel (1880) que corrige los errores de la primera edición de Toldy, así como con la refinada traducción húngara de Gábor Kazinczy (1863).

Jenő Ábel (1858-1889), profesor de la Universidad de Budapest, fue un renombrado estudioso de la filología clásica, miembro de la Academia Húngara y eminente investigador del Humanismo húngaro (Corvincodexek 1879; Janus Pannonius életéhez és műveihez = EphK, 1879; Analecta monumentorum Hungariae historica. Pest, s.a.)

Gábor Kazinczy (1818-1864), sobrino del padre fundador de la crítica literaria húngara, Ferenc Kazinczy, fue también amigo del eminente poeta Mihály Vörösmarty y del crítico Ferenc Toldy (primer editor del códice de Carbo). Escribió un buen número de poemas, de relatos breves, traducciones y ensayos. Fue asimismo un excelente orador, como atestigua una carta del principal poeta del período, Sándor Petőfi (1823-1849). Líder del partido reformador en su país, Zemplén, tras la derrota en la Guerra de Independencia contra Austria (1848-49) vio su carrera truncada. Desde 1853 colaboró con Ferenc Toldy en la publicación de las obras de los maestros de la literatura húngara del Renacimiento y Barroco. También tradujo al húngaro algunas comedias de Molière.

Tanto la transcripción latina de Ábel como la traducción húngara de Kazinczy fueron compulsadas con el original por János Véber, miembro investigador del Departamento de Manuscritos y Raros de la Biblioteca de la Academia Húngara de Ciencias, quien igualmente ha preparado las notas que ilustran las referencias a la historia húngara del siglo XV. La transcripción latina fue posteriormente revisada por el Dr. Tamás Sajó, Director de la Editorial Studiolum, quien llevó a cabo además las anotaciones de las fuentes de los apotegmas clásicos mencionados por Carbo y preparó las versiones inglesa e italiana. La versión española fue realizada por el Dr. Antonio Bernat Vistarini (Universitat de les Illes Balears), Co-Director de la Editorial Studiolum. La edición web del Códice es obra de la Editorial Studiolum (www.studiolum.com).

Dr. Marianne Rozsondai
Responsable, Departamento de Manuscriptos y Libros Antiguos de la Academia Húngara de Ciencias

Literatura:
TOLDY Ferenc: Annalecta monumentorum Hungariae historicorum literariorum maximum inedita, quae collegit ... ac commentariis aucta curavit Geisa ÉRSZEGI, Budapest 1986, 165-194, 323. – ÁBEL Jenő: Olaszországi XV. századbeli íróknak Mátyást dicsőítő művei. Budapest 1880. (Irodalomtörténeti emlékek II) 189-215. – KAZINCZY Gábor: Mátyás király kortársai tanúsága szerint. Pest 1863, 75-114. – CSAPODI, Csaba: Catalogus collectionis codicum Latinorum et Graecorum. Budapest 1985. (Catalogi collectionis manuscriptorum Bibliothecae Academiae Scientiarum Hungaricae 16.) K 397. – CSAPODI, Csaba: The Corvinian Library. History and Stock. Budapest, Akadémiai Kiadó 1973. nr. 152. – CSAPODI, Csaba–CSAPODINÉ GÁRDONYI, Klára: Bibliotheca Corviniana.4 Budapest 1990. nr. 4.–  SABBADINI, Remigio: La scuola e gli studi di Guarino Guarini Veronese. Catania 1896. – KRISTELLER, Paul Oskar: Iter Italicum. London-Leiden etc. 1963-1992. Vol. I-VI. passim, y sobre el diálogo de Carbo: vol. II. p. 385: Vat.lat. 8618. – PAJORIN Klára: Humanista irodalmi művek Mátyás király dicsőítésére = Hunyadi Mátyás. Emlékkönyv Mátyás király halálának 500. évfordulójára. Ed. Rázsó Gyula, Molnár László, Budapest, Zrínyi Kiadó, 1990, 330–362.